PAUSA DRAMÁTICA.
La dramaturgia puede manejar EL SILENCIO a voluntad. Una pausa dramática puede generar un largo silencio que nos permita manipular el tiempo y hacerlo incómodo e infinito en el espectador, y esas pausas/silencios pueden tener mucho más valor que los momentos de diálogo. Un@ dramaturg@, como creador@, puede detener el ruido de una realidad que se nos ha hecho costumbre, pero en el escenario de la vida, hemos ofendido al silencio todos estos años, con tanta palabra rota, denostada, falsificada. Habrá que pedirle disculpas al silencio, escucharlo y no encerrarlo…Tendremos que hacer una larga pausa dramática, observar y tal vez dialogar con el silencio.